En Por ti lo haría mil veces, Isabel narra sus experiencias más íntimas, que van desde la adicción a las drogas de su madre, que traumatizó su adolescencia, hasta el acoso mediático al que se vio sometida cuando salía con el heredero al trono español.
“Quería hablar de mi trastorno de codependencia, que es muy duro y del que todavía me estoy recuperando. Es un trastorno en el que dejas de expresar emociones y de vivir tu vida para dedicarte enteramente a la del otro. Este libro no es tanto unas memorias como una historia sobre este trastorno contada en primera persona”, explicó a la periodista Susanna Griso en el programaEspejo Público de Antena 3 Televisión.
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Y esta enfermedad de la que se está recuperando está íntimamente relacionada con una niñez y juventud disfuncional, marcada por los dos fracasos matrimoniales de su madre, Isabel Zorraquín, que tras caer en la depresión y refugiarse en las drogas, murió en 2009.
“Su segundo matrimonio (con el que fuera primer ministro peruano, Ulloa Elías) fue un fracaso y estuvo marcado por continuas peleas. No se llevaban bien, él la tenía muy controlada y ella empezó a refugiarse en las drogas. No hay nada más duro que ver a una madre llorar y llorar. Ahí empezó un reto que me sobrepasaba: el de su rescate”, confesó.
En el libro, Isabel también dedica algunos pasajes de agradecimiento al que fuera su novio, un joven Príncipe Felipe que, según ella, le apoyó mucho y le aportó “paz y tranquilidad”.
“En todo este lío de desestructuración y mi madre enferma, llegó un príncipe azul. No era un chico de 21 años corriente, era el príncipe de las películas, el que llega a tiempo al rescate. Me ayudó a que las emociones no me arrollaran”, cuenta Isabel en su libro.
Sin embargo, tan pronto empezó a salir con el hijo del rey, sus pocos momentos de calma e intimidad se vieron empañados por un asedio mediático que para ella fue “insoportable”, y que en última instancia le obligaron a terminar con su relación.
“Tuve que escapar una vez en el maletero del coche, y una vez publicaron una agenda personal que encontraron en las bolsas de basura. El acoso de la prensa es el peor recuerdo que guardo de esos años”, se sincera en la publicación.
No fue hasta al nacimiento de su hija Mencía cuando Isabel se dio cuenta de que su cerebro estaba “demasiado cansado de vivir en ese estado”. Isabel adelantana en una entrevista a la revisa ‘¡Hola!’ la semana pasada algunos extractos de su libro, en el que se ve “claramente” que para ella su madre era “una víctima del amor y de un matrimonio que le rompió el corazón”. “En casa me llevó a ser madre de mi madre”, señala.
Meses antes de fallecer, la madre de Isabel pidió perdón a la familia por el daño que les había causado su adicción a las drogas, si bien Isabel asegura que no necesitaba perdón alguno porque ella le había transmitido su cariño, alegría y espontaneidad. “La habría cuidado igual, pero no hubiera hecho de su vida la mía”, confiesa. Tras este capítulo de su vida, asegura ser una “llanera solitaria feliz”, ya que desde los 16 años ha vivido sola e, “inconscientemente”, decidió estar así desde entonces. La soledad es su “hábitat natural”, aunque ella es feliz así y considera que “no todo pasa por el amor de pareja”.
Isabel mantiene en la actualidad una buena relación con doña Letizia, de la cual asegura que es “una persona muy positiva”, “buena amiga” y cuyas palabras le han ayudado y animado. “Siempre me ha apoyado”, indica.
También la Reina fue, según relata, un gran apoyo para la relación que por entonces tenían Isabel y Felipe. La exnovia del Príncipe no solo niega que Doña Sofía fuera la culpable de su ruptura, sino que además cuenta que siempre fue muy respetuosa y atenta con la situación familiar de Isabel.
El padre de su hija Mencía, Javier, es ahora uno de los mejores amigos de Isabel, a pesar de que cancelara su boda con él debido a que no estaban enamorados. “No podría imaginar un padre mejor”, asegura, no obstante. Por el momento, Isabel no piensa reinventarse profesionalmente y prefiere continuar con su labor televisiva en Antena 3. ¿Hacia dónde se dirige? Simplemente, procura “vivir con paz”. “Es algo que digo muchísimo”, asegura.
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